Soma

Efectos de sonido espectaculares. Puede sentirse, al apretar el botón del ratón o del mando, como si ese interruptor estuviese realmente ahí al accionarlo. Al igual que lo que pesa una sólida puerta al abrirse. Es lo primero que puede decirse de Soma, una de esas joyas de la escena independiente con un envoltorio no demasiado llamativo pero con más de un millón de copias vendidas.

Una calidad de audio sobresaliente para este videojuego de ciencia ficción y terror que bien puede servir como referencia para otros muchos títulos del pasado u otros actuales. Probablemente su rasgo más distintivo junto, tal vez, la cuidada historia. Soma es uno de esos juegos en los que es cuasi obligatorio jugar con auriculares para obtener un sonido envolvente y lograr una inmersión total.

Recomendado para los fans de la ciencia ficción, especialmente de los walking simulator y del survival horror o en definitva a todos aquellos que disfrutan de pasar un buen rato con los sustos, Soma cuenta además una interesante historia de cuestiones metafísicas como trasfondo.

Del estudio sueco Frictional Games, los mismos creadores de Amnesia: The Dark Descent y sus secuelas. Soma sale en 2015, un videojuego con Thomas Grip como director creativo y desarrollado en el motor gráfico de la propia compañía, HPL 3, llamado así en honor al autor de Providence, Howard Phillips Lovecraft.

Soma puede resultar hasta hilarante llegado el punto por sus momentos de insoportable horror, no apto para cardíacos. La agitación e interferencias de los movimientos de cámara, los efectos ambientales y los de audio ponen literalmente los pelos de punta y atestiguan el por qué el estudio se especializa en este tipo de temática en sus juegos. Una experiencia aterradora, con lejanas reminiscencias en su ambientación a Bioshock, al anterior System Shock, o incluso a Prey. Pero más orientado puramente al horror y la videoaventura cinemática.

Probablemente este juego fuese del agrado del propio H.R. Giger.

Soma es un buen producto. Un juego completo, tanto por la comodidad de su interfaz como por el diseño de niveles e interacción con el entorno. Es bastante intuitivo y además no se aprecian bugs. Tiene un estilo que en realidad es bastante original.

Hay montones de elementos y distintos objetos en los escenarios, aunque aún así al tiempo se siente cierta indefensión ya que las opciones para el jugador son en realidad pocas. Correr, esconderse ante el peligro, o el eventual uso de la Omniherramienta, un pequeño artefacto multiusos que activa diversos mecanismos, son de las acciones más comunes. Pese a las escenas cinemáticas donde sí se aprecian más los movimientos de Simon, en realidad sus alternativas son limitadas durante el tiempo de juego, con un total de entre 5 a 15 de horas de duración. Por otra parte esa escasez de recursos le añade una mayor tensión. Después de todo, el personaje de Simon Jarrett es solo un vendedor de libros de una tienda local de Toronto.

En el lado negativo, los objetos que se muestran en pantalla parecen demasiado pequeños. Salvo excepciones su manipulación suele ser inútil o innecesaria, ni como forma de distracción ni como defensa, si bien es un entorno llamativo en donde entretenerse por sus detalles y por la cantidad de diversos cachibaches que aparecen distribuidos por todas partes. A la hora de examinar las fotografías y otros documentos, puede ser también un poco incómodo, ya que se superpone el texto de la traducción a la imagen original. De cualquier manera, todo esto no es algo que resulte demasiado llamativo mientras uno permanece inmerso en la ambientación del juego.

Una historia enigmática desde el primer momento, en Soma el argumento se presenta sin embargo de forma sencilla. Tras la cinemática de introducción, todo empieza con Simon Jarrett en su apartamento, quien pronto tiene que acudir a una cita para hacerse un análisis. Sin excesivos quebraderos de cabeza en sus diálogos, todo viene dado con fluidez y bien explicado; a través de los comentarios y audios de los distintos personajes, que se expresan de manera natural y con quienes es fácil identificarse.

Respecto a la trama del juego, su autor es el escritor Mikael Hedberg. Introduce cuestiones tan trascendentales como la identidad del individuo, planteamientos sobre el yo, desarrollándose durante todo el transcurso del juego. Con apuntes progresivos, nos sitúa en un futuro incierto donde todo es distinto y del cual no sabemos prácticamente nada.

La pareja principal de protagonistas, Simon Jarrett y Catherine Chun, mantienen una curiosa relación durante buena parte de esta narración, como dos desconocidos que contactan por azar gracias a los dispositivos de comunicación. Ambos serán los únicos vestigios de humanidad y comprensión que se encuentran en esta aventura ambientada en los años 2100, donde los trabajadores de un complejo industrial han sufrido una extraña transformación relacionada con la IA. El guión incluye otros elementos catastróficos para aderezar la fórmula, a la par que presenta dilemas y decisiones que tomar durante el juego y que hacen reflexionar.

Con sus momentos de tensión apabullantes, las situaciones que plantea esta historia de ciencia ficción en primera persona, y por cómo los conjuga con la banda sonora y audio, en su composición global atrapa. Los cuerpos de texto no son demasiado largos ni tediosos, como tampoco lo son la consulta eventual de información en los distintos terminales informáticos ni la interacción con estos.

En cuanto al arte del juego, Soma goza en primer lugar de un diseño gráfico excelente. En todos sus apartados, como son los mapas de los niveles, la documentación, objetos de ingeniería de todo tipo, etc…

Los elementos visuales, acordes a cada tipo de ambiente, consiguen atemorizar. Añadido a esto, destaca también el buen diseño de los diferentes niveles.

Los puzzles que contiene el juego son de una dificultad moderada, salvo excepciones. La aventura en sí transcurre en un atmósfera envolvente de survival horror, por lo que hay que correr para escapar o tratar de esconderse. Es necesario superar esas pruebas para seguir explorando, como puede ser conseguir desbloquear una puerta y acceder a la siguiente sala, o volver a dotar de energía a un generador. Llegar a esos logros, con el esfuerzo que conllevan, lo hacen más gratificante.

En cuanto al apartado sonoro, probablemente sea su aspecto más remarcable. Con Samuel Justice como director de audio, Soma es una aventura narrativa de una calidad sobresaliente. La interpretación de las voces de sus personajes está hecho por profesionales, con Jared Zeus en el papel de Simon Jarrett y Nell Mooney como Catherine Chun. Grabado en el estudio Side, se trata del mismo equipo que ha trabajado para juegos como Cyberpunk 2077 o Hellblade, entre muchos otros.

Soma: «cuerpo, por oposición a psique».

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