Bloodwych

Bloodwych. Uno de los legendarios.

Un peso pesado de los juegos de rol en primera persona o “First Person Dungeon Crawler”, pese a no llamar la atención. Da miedo ponerse a ello.

Desarrollado por Anthony Taglione y Pete James, publicado en 1989 para plataformas como Amiga, Atari, MS-DOS, Amstrad, Commodore o Spectrum, se trata de un videojuego que en realidad pretendía ser una versión de Dungeon Master para C64.

El título original era The Crystal Maze, de hecho la ilustración de la caja del juego se llama “Guardián de Cristal”, creada por el conocido artista Chris Achilleos para la ocasión. Finalmente el juego se cambió por el nombre de Bloodwych por el título de un programa de televisión.

Comenzamos como campeón de Trazere, en el pequeño pueblo de Treihadwyl donde se ambienta el juego, donde debemos reclutar si lo deseamos hasta un máximo de otros tres personajes con los que emprender la aventura que vaticina el regreso de Sangre Bruja.

Es uno de los juegos más originales de la época, de hecho es el favorito de muchos. Con una gran complejidad en sus enormes mapas y laberintos donde poco a poco ir progresando con nuestros personajes. A través de enigmas muy difíciles, el entorno está muy trabajado, con multitud de dificultades como los famosos “spinners”, ilusiones y puzzles a nuestro paso dando al título una jugabilidad sólida. Terminar este “First Person Dungeon Crawler” es un reto que puede llevar bastante tiempo.

Contamos con una amplia variedad de hechizos dentro de cada una de las cuatro escuelas de magia: Verde para la Serpiente ( plano físico ), Azules para la escuela de la Luna ( ilusiones y mentales ), Rojos para el Dragón ( fuego, energía ) y la Amarilla para la escuela del Caos ( entropía ). También los propios personajes se dividen en esos tipos de de variedad cromática, agrupándose en guerreros, magos, aventureros o exploradores. Además el juego se desarrolla en su mayor parte a través de 4 torres principales siguiendo el esquema de los cuatro colores.

Podemos incluso pasar las páginas de nuestro libro de hechizos. Y encima el juego incluye soporte para dos jugadores, cada uno con su ratón en un mismo ordenador acompañados por cada equipo para ir recorriendo juntos las mazmorras en busca del malvado Zendick, Señor de la Entropía. Con total libertad para moverse cada uno por su propia cuenta a través del mundo de Bloodwych. Una gran innovación muy poco común en este tipo de juegos de rol en primera persona aún en tiempos posteriores. Aunque no fue el último de los que lo posibilitaron.

Armas especiales, anillos y varitas mágicas, diferentes tipologías de armadura según sus materiales, la necesidad de alimentar a nuestro grupo con comida que encontraremos en las mazmorras, y que se van desmenuzando en piezas según las vayamos consumiendo.

Bloodwych tiene una buena ambientación algo opresiva, en un entorno de profundos laberintos. A menudo necesitaremos abrir puertas con llaves secretas, o bloquearlas para escapar de esos monstruos que aparecen de forma inesperada rompiendo el silencio y que se nos resisten: a pesar del apartado gráfico, asustan realmente y es posible hasta saltar del asiento. Será necesario esconderse para poder descansar y recuperar a los personajes regenerando maná, el cansancio o la salud.

Un curioso y original sistema de conversaciones y de comercio que permite muchas opciones. En la versión ampliada es posible incluso reclutar a algunos de los enemigos. Hay hechizos para mejorar nuestras transacciones, podemos también insultar a los monstruos; no tiene desperdicio. Hasta los propios personajes son originales y diferentes.